Vivir en Villafranca es sinónimo de disfrutar al máximo de la naturaleza, deleitarnos con nuestros paisajes y admirar la maravillosa flora y fauna que nos rodea.
La Pradera es la zona más emblemática y el ejemplo más representativo de lo que significa vivir en Villafranca del Castillo. Atraviesa la urbanización de norte a sur y está constituida por una gran zona verde de casi 2 Km de largo y 100 m de ancho cubriendo una extensión de 200.000 m2 con abundante arbolado, que encierra y da sombra a una ancha senda central y a las aceras perimetrales que la bordean.
Sin duda, se trata de la zona más valorada por sus vecinos, un espacio ideal para caminar, pasear a tu perro, montar en bici o salir a correr.
ENTORNOS NATURALES POR DESCUBRIR.
Desde la urbanización puedes acceder fácilmente a entornos naturales no urbanizados, donde disfrutar de largas caminatas y excursiones en bicicleta.
La urbanización está limitada al este por el río Guadarrama y atravesada por el arroyo de Los Palacios, que circula desde Villanueva del Pardillo y pasa por la Ermita del Soto antes de entrar en Villafranca Del Castillo.
Por el sur, conecta con el Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno, que engloba una superficie total de 22.600 hectáreas.
En las parcelas del vecindario, abundan jardines muy consolidados con majestuosos ejemplares de diversos tipos de cedros y esbeltos cipreses. Muchos conservan las características pinos piñoneros que poblaban esta zona de la ribera del río Guadarrama.
En el interior de la urbanización, gracias a la extraordinaria calidad medioambiental del entorno, existe una fauna y flora singulares. Es posible encontrar de forma habitual: palomas torcaces, jilgueros, ruiseñores, abubillas, autillos, cárabos, golondrinas, vencejos, mirlos, currucas, patos, golondrinas…